Museo de Iconos Bizantinos: el sueño de una amante del arte

El Museo de Iconos Bizantinos "Casa del Reloj" es el fruto de las inquietudes artísticas de una mujer monroyega y de su marido. Paquita Gómez Ciriaco nació en Monroy en 1946. A muy temprana edad, empezó a sentirse interesada por el mundo del arte. Tras instalarse en Madrid, estudió animación socio-cultural en la Universidad Pontificia de Salamanca y trabajó como profesora de pintura en distintos centros. 

 

Paquita ha trabajado como docente durante más de treinta años. Ha organizado un sinfín de exposiciones y una intensa labor en el ámbito social. Terminó especializándose en la técnica de la iconografía bizantina de la mano de prestigiosos pintores, como el griego Jorge Livanios. Con él aprendió el uso de pigmentos, la preparación de soportes y la composición del tema iconográfico, entre otras cuestiones. Recordemos que Livanios es el autor de las pinturas de la iglesia ortodoxa de Madrid

 

En el Club Jerez de Madrid, nuestra protagonista perfeccionó las técnicas y amplió conocimientos en repujado de plata, un procedimiento usual en Rusia a partir del siglo XVII. Dedicada ya en exclusiva a la iconografía bizantina, ha participado en diferentes exposiciones. 

 

Museo en Monroy

 

Hace algunos años, Paquita y su marido, Gervasio Reolid, decidieron rehabilitar un antiguo tinado en Monroy, con el fin de ubicar allí un coqueto museo dedicado al arte bizantino. En "La Casa del Reloj" pueden admirarse iconos como el de Rublev y algunas de las Hodigitrias más representativas. 

 

Han aparecido reseñas de este entrañable museo en diferentes medios de comunicación generalistas y especializados, como los diarios Hoy y Periódico Extremadura o la revista Ars et Sapientia

 

Los propietarios del Museo de Iconos Bizantinos "Casa del Reloj" no dejan de viajar por países como Grecia, Rumanía, Bulgaria, Rusia, Estonia, Letonia, Polonia, Turquía o Israel, para conocer los principales museos de estos países relacionados con los iconos.

 

"La Casa del Reloj" se ha convertido en referente y lugar de visita obligada para todos los turistas que llegan a Monroy y para los propios monroyegos. Los aficionados y amantes de los relojes de sol también están de enhorabuena. En el pequeño museo monroyego también pueden contemplarse algunos de estos milenarios instrumentos, la pasión del marido de Paquita.

 

Por si fueran pocos los motivos para cursar visita a la Villa de Monroy, desde hace algunos años existe otro más. Ya no hay excusas para no visitar este pueblo lleno de recursos y posibilidades turísticas.

 

FOTOS: Web Museo